Un lugar desconocido
Desperté luego de haber dormido seis hora, pero no sobre mi cama, sino que en un lugar lleno de hongos del tamaño de árboles y uno que otro árbol como tal, habían unas estructuras gigantescas que se veían viejas y llenas de vegetación, yo no sabia lo que era y me alarme demasiado tanto que incluso sentía que me desmayaba, ¿Pero cómo llegue hasta aquí? fue lo que me pregunte, enseguida me di cuenta que no existía un cielo como tal, mas bien el sitio era como una caverna gigante como si fuera un mundo perdido en el fondo de la tierra.
Deambule un poco hasta encontrarme con una manada de extrañas criaturas, eran como perros afeitados con cara larga y dientes afilados, cuando los vi ellos notaron mi presencia ahí fue cuando empece a correr, pero inmediatamente se abalanzaron sobre una rata gigante que era tres veces mas grande que esas bestias, por suerte pude escapar. Al ver que iba a ser difícil escapar empece a construir diversas herramientas para defenderme, por alguna razón sabia como hacer eso pero no tarde mucho hasta presenciar a un cangrejo mutante, era tan grande como una camioneta, pero logre ver como otro animal embestía contra el para matarlo, lo vi era una especie de dragón, pero este no volaba, sino que tenia plumas alrededor de la cabeza, brazos y cola, el las usaba para planear y además poseía garras extremadamente filosas que le ayudaban a aferrarse a las rocas y a su presa.
Fue cuando decidí alejarme, pero este fue hasta donde yo me encontraba y me acorraló, aunque no me quería de almuerzo, más bien tenia curiosidad sobre mi, al parecer era la primera persona que veía en toda su vida, no pasaron muchos días hasta que me gane su confianza.
Conforme veía este lugar, parecía que era como un embudo debido que podías ir más y mas profundo, yo vi un sitio totalmente distinto de donde yo desperté, este era difícil de acceder pero gracias al dragón pude bajar fue cuando me di cuenta que predominaba un azul bioluminicente que provenía de las hojas de árboles, había criaturas peligrosas parecía que conforme bajaras los animales se volvían más peligrosos y agresivos, de la tierra salían un tipo de bestias que parecían mezcla de un ratón con humanos logrando algo muy bizarro de ver, estos salían por montones y mi dragón y yo logramos desaseados de ellos pero no duro la alegría, por que brotaban del suelo monstruos de color negro, tan grandes como un autobús, estos eran bastante agresivos y con garras y dientes afilados, además eran bípedos, al parecer sabia trabajar en equipo pues rápidamente nos rodearon y fue en ese entonces cuando empezaron a atacarnos ni siquiera el dragón pudo hacer algo antes de que 3 de esas cosas se abalanzaran sobre el, al final uno de ellos se puso frente a mi, lo ultimo que hizo fue rugir antes de engullirme de un solo mordisco, cuando paso eso desperté en mi cuarto con mucho susto y a la vez tranquilidad por saber que todo eso no fue más que un simple sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario